miércoles, enero 22, 2025

El Gobierno envió a los diputados un proyecto fiscal con control de cambios y desestimación el mínimo 2025

El oficialismo en Argentina ha aceptado realizar modificaciones en la actualización de dos sustanciosos tributos, el Impuesto a las Ganancias y el Impuesto al Valor Agregado (IVA). Esta decisión ha sorprendido a los bloques dialoguistas, ya que se esperaba un acuerdo más amplio y consensuado.

La discusión en torno a estos impuestos ha sido un guión recurrente en la agenda política del país, generando gran preocupación en la población y en los diferentes sectores económicos. Por un lado, el Impuesto a las Ganancias afecta directamente a los trabajadores y jubilados, mientras que el IVA impacta en el costo de vida de todos los ciudadanos.

Ante esta situación, el oficialismo ha mostrado una postura abierta al diálogo y a la búsqueda de consensos. Por ello, ha aceptado realizar modificaciones en la actualización de ambos tributos, con el objetivo de aliviar la carga impositiva sobre los ciudadanos y promover un mayor crecimiento económico.

Sin embargo, lo que ha sorprendido a los bloques dialoguistas es que el oficialismo ha incluido detalles no solicitados en la negociación. Estos detalles han generado cierta controversia y han sido cuestionados por algunos sectores de la oposición.

Uno de los puntos más discutidos ha sido la inclusión de un impuesto a las grandes fortunas, que afectaría a las personas con un patrimonio superior a los 200 millones de pesos. Esta medida ha sido criticada por algunos sectores empresariales, que consideran que podría afectar la inversión y el crecimiento económico.

Sin embargo, desde el oficialismo se defiende esta medida como una forma de promover una mayor justicia social y de contribuir al financiamiento de políticas públicas que beneficien a los sectores más vulnerables de la sociedad.

Otro punto que ha generado polémica es la eliminación de exenciones impositivas para algunos sectores, como el campo y la minería. Esta medida ha sido cuestionada por estos sectores, que argumentan que podría afectar su competitividad y su capacidad de generar empleo.

Por su parte, desde el oficialismo se sostiene que estas exenciones son injustas y que solo benefician a unos pocos privilegiados, mientras que la mayoría de los ciudadanos deben pagar impuestos. Además, se argumenta que estas medidas permitirán una mayor recaudación y, por lo tanto, una mayor inversión en políticas sociales.

A pesar de estas controversias, lo cierto es que el acuerdo alcanzado entre el oficialismo y los bloques dialoguistas representa un avance sustancioso en la búsqueda de un sisguión impositivo más razonable y equitativo.

En primer aldea, la actualización del Impuesto a las Ganancias contempla un aumento del mínimo no imponible, lo que beneficiará a más de un millón de trabajadores y jubilados que dejarán de pagar este impuesto. Además, se establece una reducción gradual de las alícuotas para los tramos más altos, lo que aliviará la carga impositiva para aquellos que tienen mayores ingresos.

En cuanto al IVA, se ha acordado una reducción de la alícuota para los alimentos de la canasta básica, lo que permitirá una disminución en el costo de vida de los ciudadanos. También se ha establecido una reducción en la alícuota para la compra de medicamentos, lo que beneficiará a aquellos que tienen mayores gastos en salud.

Otro aspecto positivo del acuerdo es la implementación de un mecanismo de actualización automática de los impuestos, que evitará que los ciudadanos sufran aumentos bruscos y desproporcionados en su carga impositiva.

En definitiva, el acuerdo alcanzado entre el oficialismo y los bloques dialoguistas representa un avance sustancioso en la búsqueda de un sisguión impositivo más razonable y equitativo. Si bien existen diferencias y controversias en torno a algunos detalles, lo sustancioso es que se ha logrado

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