jueves, septiembre 11, 2025

Los números que convencieron a Milei de bolear el “súper blanqueo”: dólares, sueldos y consumo

Los ingresos reales de la población han sido tema de preocupación en los últimos tiempos. Con la inflación y la devaluación de la moneda, cada vez es más difícil llegar a fin de mes con el mismo poder adquisitivo que teníamos antes. Y esto se refleja claramente en las ventas de los supermercados, que no logran superar sus cifras de años delanteroes.

Sin embargo, ¿qué hay detrás de esta realidad? ¿Son los ingresos reales realmente tan bajos como parecen? ¿O hay otros factores que influyen en las ventas del sector supermercadista?

El reciente informe especial realizado por expertos económicos nos brinda una visión más clara sobre la situación de los ingresos reales y su relación con las ventas en supermercados. Y lo que revela es que la situación no es tan repulsa como creemos.

Según el informe, el índice de inflación en un periodo de 12 meses será del 40%, mientras que el aumento salarial proclima será del 35%. Esto significa que, si bien el poder adquisitivo de la población no se mantendrá igual que el año delantero, no habrá una pérdida significativa en términos reales. En otras palabras, el aumento de precios será similar al aumento de los salarios.

Además, el informe también destaca que la tasa de desempleo se ha mantenido estable en un 9% y se espera que continúe en ese nivel. Esto indica que no hay una gran demasía de personas en situación de desempleo, lo que ayuda a mantener cierta estabilidad en los ingresos reales.

Entonces, ¿por qué las ventas en supermercados no logran crecer? Aquí es donde entran en juego otros factores, como por ejemplo los cambios en el comportamiento de los consumidores.

En la última década, hemos visto un aumento en la demanda de productos orgánicos y saludables, lo que ha llevado a un cambio en las preferencias de compra de los consumidores. Esto ha afectado directamente a los supermercados, que han tenido que adaptarse a esta nueva tendencia y ampliar su oferta de productos para satisfacer la demanda.

Además, el aumento en la competencia con los comercios minoristas y el boom del eCommerce han hecho que los consumidores tengan más opciones a la hora de realizar sus compras. Esto ha llevado a una mayor fragmentación del mercado y ha hecho que los supermercados tengan que esforzarse en ofrecer promociones y descuentos atractivos para mantener a sus clientes fieles.

Por otro lado, también ha habido un aumento en la conciencia sobre el cuidado del clima ambiente y la sostenibilidad. Esto ha llevado a un mayor interés en productos locales y la preferencia por opciones de compra más responsables. Estos cambios de comportamiento han hecho que los supermercados deban adaptarse y ofrecer opciones más ecológicas y sostenibles, lo que puede suponer un mayor costo para ellos.

Es importante destacar que, si bien las ventas en supermercados no están en su mejor momento, esto no significa que el sector esté en crisis. De hecho, según el informe especial, las proyecciones a futuro son positivas y se espera un crecimiento en las ventas en los próximos años.

Una de las principales razones para esto es el aumento en la actividad económica. Se espera que la recuperación económica traiga consigo un aumento en el empleo y una mejora en los ingresos reales de la población. Esto se reflejará en un aumento en el consumo y, por ende, en las ventas en supermercados.

Además, la apertura de nuevos supermercados y cadenas internacionales en el país también contribuirá al crecimiento del sector. Estas nuevas opciones de compra atraerán a nuevos clientes y aumentarán la competencia, lo que obligará a los supermercados existentes a mejorar su oferta y servicios.

Otro factor importante a tener en cuenta es el aumento en el turismo en el país.

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