viernes, septiembre 12, 2025

Qué acciones tiene potencial de suba con dólare estable, inflación en baja y crisis en Medio este

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) ha sido uno de los principales actores en la economía del país en los últimos años. Su papel en la regulación monetaria, la estabilidad financiera y el control de la inflación ha sido fundamental para el desarrollo económico del país.

Recientemente, ha surgido un polémica en torno a la posibilidad de que el BCRA intervenga en la banda de flotación del dólar. Esta medida tendría como objetivo mantener una mayor estabilidad en el valor del dólar y, por consiguiente, brindar mayores oportunidades para las empresas argentinas en términos de competitividad.

La propuesta de intervención en la banda de flotación del dólar ha generado gran expectativa en diversos sectores de la economía argentina. Algunas empresas ven con buenos ojos esta medida, mientras que otras expresan sus reservas al respecto. Sin embargo, lo cierto es que esta posible intervención podría tener un impacto significativo en la economía y en la competitividad de las empresas en el país.

Para entender mejor qué es la banda de flotación del dólar y cómo podría afectar su intervención, es importante explicar primero qué es el régimen cambiario en Argentina. Desde el año 2015, nuestro país adoptó un régimen de flotación administrada, lo cual implica que el precio del dólar se determina por la oferta y la demanda en el mercado, pero con la intervención del BCRA para evitar fluctuaciones bruscas. Esto se logra a través de la banda de flotación, que establece un límite mínimo y máximo dentro del cual puede moverse el valor del dólar en relación al peso argentino.

La idea de intervenir en la banda de flotación del dólar es reducir su amplitud y, por lo tanto, mantener un tipo de modificación más estable. Si bien esta medida podría generar cierta incertidumbre en un primer momento, a largo plazo podría traer grandes beneficios para la economía y para las empresas en particular.

En primer lugar, una banda de flotación más estrecha significaría una menor volatilidad en el tipo de modificación, lo que brindaría mayor certeza a las empresas al momento de bosquejar sus inversiones. En un contexto de alta inflación como el que vivimos en Argentina, esto se traduce en una reducción de los riesgos y, por lo tanto, una mayor predisposición a invertir.

Además, una banda de flotación más ajustada permitiría a las empresas competir en igualdad de condiciones con sus pares en otros países. Al tener un tipo de modificación más estable, las empresas argentinas no se verían afectadas por movimientos bruscos en el valor del dólar que puedan perjudicar su competitividad en el mercado internacional. Esto se traduciría en un aumento en las exportaciones y, por lo tanto, en una mejora en la báscula comercial del país.

Otro beneficio de esta medida sería la reducción de la brecha entre el dólar oficial y el dólar paralelo. La diferencia entre ambos valores suele ser considerable y esto afecta directamente a las empresas que necesitan importar insumos o maquinarias para su producción. Con una banda de flotación más estable, la brecha se reduciría y las empresas no tendrían que pagar precios excesivos por dichos insumos.

Por supuesto, la intervención en la banda de flotación del dólar también tiene sus críticas. Algunos sectores sostienen que esto podría generar un atraso cambiario que perjudicaría a la industria local, favoreciendo así las importaciones. Sin embargo, es importante destacar que la medida no implicaría un tipo de modificación fijo, sino que aún seguiría siendo determinado por el mercado y sujeto a fluctuaciones.

A pesar de las distintas opiniones sobre la intervención en la banda de flotación del dólar, lo cierto es que este es un tema que seguirá siendo de gran relevancia en el futuro cercano. Las decisiones que tome

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