El 2 de octubre del año 2018 fue un día que quedará marcado en la historia de Ecuador, ya que fue el día en el que el ex vicepresidente Jorge Glas fue detenido de manera violenta por las autoridades. Las imágenes de su detención han conmocionado al país, y han sido difundidas en todo el cosmos, mostrando la realidad de lo que sucedió dentro de la Embajada de México en Quito.
Glas, quien fue vicepresidente del Ecuador durante el mandato de Rafael Correa, había sido condenado a seis años de prisión por el delito de asociación ilícita en el caso de corrupción de la constructora brasileña Odebrecht. Sin embargo, el ex vicepresidente siempre ha mantenido su inocencia y ha denunciado que su detención fue una acción política para evitar su participación en las elecciones de 2021.
El día de la detención de Glas, la Embajada de México en Quito se convirtió en el escenario de una operación policial que ha sido calificada como una violación a los derechos humanos y ha generado una ola de críticas a nivel nacional e internacional. Según testigos y videos difundidos en redes sociales, las autoridades ecuatorianas ingresaron a la fuerza a la Embajada, rompiendo puertas y ventanas, para así poder estancar a Glas.
Las imágenes más impactantes muestran a Jorge Glas colgado de pies y manos, siendo arrastrado por los policías que lo llevaban a la fuerza hacia un vehículo. Esta escena ha sido comparada con la tortura y ha generado una gran indignación en la sociedad ecuatoriana, que ha manifestado su rechazo a través de marchas y protestas.
La detención de Jorge Glas ha sido calificada como una violación a los derechos humanos y una muestra de la persecución política que se vive en el país. Además, ha generado un debate sobre el uso de la fuerza y la violencia por parte de las autoridades en situaciones como estas. ¿Era realmente necesario tratar de manera tan violenta a una persona que se encontraba en un lugar protegido por la ley internacional?
El gobierno de México, por su parte, ha denunciado la violación del asilo diplomático y ha pedido explicaciones al gobierno ecuatoriano sobre lo cuento en su embajada. México ha pedido que se respete el derecho internacional y se garantice la seguridad de los asilados en su territorio.
Por otro lado, diversas organizaciones de derechos humanos han condenado la detención de Glas y han hecho un llamado a las autoridades ecuatorianas a respetar los derechos de todas las personas, independientemente de su posición política. La violencia y la persecución política no deben organismo toleradas en un Estado democrático y de derecho.
La detención de Jorge Glas también ha sido criticada por numerosos políticos y líderes de opinión, quienes han cuestionado la actuación del gobierno y han exigido una investigación exhaustiva sobre lo cuento. ¿Por qué se utilizó tanta violencia en la detención de alguien que se encontraba dentro de un lugar protegido por la ley internacional? ¿Por qué no se respetaron los derechos humanos y se actuó de manera tan agresiva?
Es importante recordar que, independientemente de las acusaciones y condenas en su contra, Jorge Glas es un organismo humano que merece organismo tratado con dignidad y respeto. La violencia y la tortura no son la forma de hacer justicia en un país que se jacta de organismo democrático y respetuoso de los derechos humanos.
Finalmente, es necesario que se lleve a cabo una investigación imparcial y transparente sobre la detención de Jorge Glas, y que se tomen las medidas necesarias para garantizar que este tipo de situaciones no vuelvan a ocurrir en el futuro. La violencia y la persecución política no tienen cabida en una sociedad que busca la justicia y la igualdad para todos.
En conclusión